Harry Potter es una de las sagas más importantes de las últimas décadas y sus fanáticos se cuentan por millones alrededor de todo el mundo.
Únete a nuestro canal de WhatsAppSin duda alguna, Harry Potter y su mundo mágico han influenciado en la vida de millones de personas desde inicios de la década de los 2000, siendo una de las subculturas más vibrantes que se pueden encontrar en todo el mundo. Pero, he AQUÍ un dato curioso. ¿Sabías que Voldemort existió en la vida real? Si aún no lo sabías, sigue leyendo para conocer más sobre "el que no debe ser nombrado".
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No hace falta recordar que el nombre real de "el que no debe ser nombrado" era Tom Marvolo Riddle en la obra de J.K. Rowling. Sin embargo, en la realidad, específicamente en Escocia, vivió un individuo llamado Thomas Riddell cuya tumba se encuentra en Edimburgo.
El cementerio de Greyfair es el camposanto donde descansan los restos de Riddell y esto no es coincidencia, porque hoy sabemos que la creadora de Harry Potter (nacida en el Reino Unido que incluye a Escocia) visitó este lugar, el cual fue inspiración para dar vida al malvado Lord Voldemort.
Sin embargo, de este panteón la escritora tomó otra inspiración, pues hay alguien enterrado que responde al nombre de William McGonagall (fallecido en 1800), apellido que tomó para crear a Minerva McGonagall, quien perteneció a las casa Gryffindor y llegó a ser profesora en Hogwarts.
Y es que Escocia ha sido una fuente de creación para J. K. Rowling, ya que es una creencia muy difundida de que buena parte de su obra la escribió en este país, al punto que los más fans de esta saga creen que la casa donde nació Harry Potter se puede encontrar en las calles de Edimburgo.
Asimismo, el famoso Callejón Diagon, donde los estudiantes de Hogwarts pueden adquirir sus útiles, las varitas mágicas, los uniformes, libros de magia, entre otros, pero que en la ficción no está en Escocia, sino en la zona comercial de Londres, detrás del pub ‘El caldero chirriante’.
En esta zona se encuentra también la tienda de Ollivanders, lugar donde el propio Harry Potter escogió su varita, la que lo acompañó durante toda la saga, con excepción de la última batalla donde "el niño que vivió" venció a Tom Riddle (Lord Voldemort) con la varita de sauco.