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    Roger Federer demostró, una vez más, que el poder de la voluntad hace la diferencia

    Roger Federer se consagró el domingo último como el nuevo campeón del Australia Open 2017 y sus logros siguen en alza.

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      Una pregunta que siempre me hacen como psicólogo deportivo es qué caracteriza a un atleta de éxito. Comienzo diciendo que éste tiene una noción del éxito bastante elástica, es decir, continuamente están replanteándose metas. Aún en la gloria, siempre aparecen otras motivaciones que los hacen entrenar y rendir al límite. Cómo explicar que en un deporte como el tenis, de torneos semana tras semana, de continuos viajes, de estar lejos de casa, hijos, figuras como Federer, Nadal, Djokovic, quieran más y más.  

      El último examen de Federer es un ejemplo de esa otra cualidad que distingue a los grandes: la capacidad de jugar mejor en los momentos de más tensión. Lo necesitaba y no se le daba, y gestó una historia de semifinalista o finalista, de llantos de impotencia, justamente contra Nadal -todos recordaremos cuando dijo que no podía más-. No pudo porque siempre fue Federer, el siempre temido. Nunca supo qué es venir de abajo.

      ¿Qué cambió en Australia? Fuera de algunos cambios de estrategia como no entrar a una lucha de pegar y pegar, sino variar golpes y ritmos, creo que venció esa deuda psicológica cambiando el chip de “no puedo” por un “qué más da”. Entendió que no tenía más que demostrar, y aunque quería ese título como nadie, se olvidó por un momento de tantos intentos, dudas, y simplemente soltó el brazo. Necesitaba esa dosis de no importa lo que pase, esa frescura sana, enfocada, para deleitarnos con ese don envidiado que lo hizo leyenda, no hoy, sino ya hace mucho tiempo. 

      Esa elasticidad del éxito de la que hablaba, porque citando al propio Nadal, “ser exitoso no es simplemente ganar sino todo lo que has peleado”. Es ese mismo enfoque el que ha sacado de feas rachas sin anotar a delanteros como Batistuta en la Fiorentina. No obsesionarse, y entender que para el gol simplemente hay que jugar bien. Federer se puede retirar, no se le puede pedir más, salvo que realmente sea un extraterrestre. 

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