Fue una Rafa... ga

Rafael Nadal clasificó para la final del Abierto de Australia después de doblegar en un intenso partido a Roger Federer por un marcador global de 6-7(5), 6-2, 7-6(5) y 6-4 tras tres horas y cuarenta y dos minutos de acción. Disputará la final de un Grand Slam por octava temporada consecutiva ante Novak Djokovic o Andy Murray.

El capítulo 27 de una de las historias más vibrantes del tenis mundial cayó del lado de Rafa que fue de menos a más y brilló sobremanera en los momentos más complicados.

Más allá del resultado, Rafa dejó buenas sensaciones. Recordó por momentos al número 1 que rompió el maleficio español en Australia con la conquista del torneo en 2009 -ante Federer en una final recordada por las lágrimas del suizo en la ceremonia de entrega de trofeos-. Jugó metido en pista, sacó brillo a su revés cruzado, hizo acopio de un excelente juego de piernas corriendo y llegando a todo y levantó al público de sus asientos.

“La motivación para mí es Australia, no es Djokovic, ni Murray ni Federer. La motivación es superarme a mí mismo”, aseguró Nadal, quien indicó que comenzar la temporada con esta final es “fantástico y me va a dar mucha confianza para el resto del año”, aseveró el tenista español.