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Sacó un 20

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    Londres, Inglaterra

    Sinfonía dorada. Michael Phelps, el chico que apodan el “Tiburón de Baltimore”, ha dejado la piscina tan caliente que nadie se imagina qué vendrá después. Oro número 16 en 200 metros estilos, vigésima medalla en los Juegos Olímpicos y todavía con la capacidad de llegar a disputar hoy la final de 100 metros mariposa y mañana el relevo 4x100 metros combinados.

    “Ya es lo último de lo último por hacer”, declaró con una amplia sonrisa ante la insistencia del significado de su vigésima presea, ratificándose como el mayor ganador de premios en la historia olímpica, Phelps volvió con lo que ya parece una decisión invariable, el retiro.

    “Bromeamos Ryan (Lochte) y yo antes de la carrera, le dije que sería nuestra última prueba de 200 combinados juntos. Él estuvo genial, pero yo tenía el remate preparado en el tramo de libre”, intentando matizar Phelps, la confesión que vendría después.

    “Me estoy despidiendo de todo esto, ha sido hermoso, increíble, divertido y bastante sacrificado, se terminó para mí”, afirmó el histórico nadador que dejará una valla altísima para las siguientes generaciones olímpicas.

    A la fecha, Phelps ha batido 37 records mundiales en natación. Igualó el récord de conseguir ocho medallas de cualquier tipo en unos Juegos Olímpicos, alcanzado por el gimnasta soviético Alexander Dityatin en Moscú 1980, y superó en medallas obtenidas a la gimnasta Larissa Latynina que consiguió 18 en toda su carrera.

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