¿Crisis en el ICE?: CASTIGAN a dos altos funcionarios por no cumplir con la cuota de arrestos a inmigrantes

La tensión en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha llegado a un nivel más alto. En lo que parece ser un escándalo que podría marcar un antes y un después en la gestión de la agencia, dos altos funcionarios fueron sancionados tras no cumplir con las estrictas cuotas de arrestos de inmigrantes impuestas por la administración de Donald Trump.

Según Associated Press, dos altos funcionarios de la agencia de inmigración y aduanas de Estados Unidos han sido reasignados, una decisión que refleja el descontento del gobierno de Donald Trump con la velocidad de los arrestos de inmigrantes. Esta reorganización se da en medio de una creciente presión para cumplir con las promesas de deportaciones masivas.

Russell Hott y Peter Berg, encargados de la Oficina de Detención y Deportación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), fueron informados sobre su cambio de funciones el martes por la noche. Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), destacó la importancia de instaurar una "cultura de responsabilidad" dentro de la agencia, que, según ella, ha sido ausente en los últimos años.

Este cambio se lleva a cabo en un momento crucial, cuando el zar de la frontera, Tom Homan, expresó su descontento con la velocidad de los arrestos y las liberaciones de inmigrantes bajo custodia. La administración Trump busca acelerar las deportaciones, poniendo presión sobre el liderazgo de ICE para cumplir con estos objetivos.

Según Associated Press, Hott regresará a la oficina de campo de ICE en Washington, mientras que Berg será destinado a la oficina de ICE en St. Paul, Minnesota. Todd Lyons, quien recientemente ocupó un puesto relevante en la aplicación de la ley de inmigración en Boston, tomará el liderazgo de la Oficina de Detención y Deportación, con Garrett Ripa como su asistente principal.

La decisión de mover a Hott y Berg ocurre justo cuando el gobierno de Donald Trump está intensificando los esfuerzos para deportar a inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. La Oficina de Detención y Deportación es esencial para llevar a cabo esta política, y la falta de resultados generó críticas tanto dentro como fuera de la administración.

Una de las mayores preocupaciones de Tom Homan ha sido el número de liberaciones de inmigrantes bajo custodia. Señaló que, de ahora en adelante, ninguna persona será liberada sin la aprobación del liderazgo de ICE.

Esta medida tiene como objetivo abordar lo que Homan calificó como un "número inaceptable" de liberaciones, lo cual ha generado incertidumbre y desconfianza en las políticas de inmigración del gobierno.

La reestructuración en ICE y las declaraciones de Homan reflejan un esfuerzo por parte de la administración Trump para reafirmar su compromiso con las deportaciones y mejorar la imagen pública de la agencia. Sin embargo, la falta de transparencia en los datos y las críticas sobre las liberaciones siguen siendo puntos de conflicto en el debate sobre la inmigración irregular en Estados Unidos.