Muerto de frío

El frío del invierno austral argentino es un problema para Neymar, uno de los pocos jugadores de la selección brasileña que no está acostumbrados a jugar en bajas temperaturas y que tuvo que oír una advertencia de su técnico Mano Menezes por ir demasiado abrigado.

El estratega de la “verdeamarelha” llamó la atención a Neymar en tono didáctico en el entrenamiento del miércoles para que se quitase un gorro para el ejercicio de remates de cabeza, después de que el delantero cabecease una vez por encima del arco.“Eso es lo que te está molestando”, le dijo Menezes pausadamente, señalando el go rro que Neymar llevaba calado hasta las cejas para protegerse del viento helado que está siendo habitual en la preparación de Brasil para la Copa América.Neymar, aún tiritando de frío, asintió obediente al aviso del entrenador Menezes, se descubrió la cabeza y se atusó la cresta antes de vol-ver al ensayo de la jugada.

Pese a estos inconvenientes, la joven estrella del Santos es el más irreverente de la concentración y rompe la monotonía a base de empujones, provocaciones, chistes y abrazos que regala principalmente a sus amigos Paulo Henrique Ganso y Robinho, aunque nadie escapa a sus bromas.“Poco a poco me estoy adaptando, pero el invierno aquí es muy intenso”, alcanzó a decir Neymar, al final de la práctica de la “canarinha”.

Además de Neymar, Ganso, Lucas Moura y los porteros suplentes son los únicos de la selección brasileña que no han conocido el rigor de los inviernos de Europa.●