¡Me Quito el sombrero!

Miguel Rojas Huapaya

las lágrimas caen a montones que puedo ahogarme en ellas, me desgarran las mejillas, delatan mi felicidad, mi emoción. El corazón me late como pocas veces en la vida. Ganamos a Ecuador por primera vez en Quito y podemos desvanecer al fantasma de 36 años sin Mundial. Estamos más cerca que nunca.

Estoy viviendo un sueño del cual no quiero despertar jamás y cuando llegue la hora me digan que estamos en Rusia. Restan dos finales: ante Argentina en Buenos Aires y Colombia en Lima, pero déjenme celebrar.

Gareca le ganó en la pizarra a Quinteros. El equipo se sintió local desde el pitazo inicial y dominó el partido. Todos corrieron detrás de una ilusión. Creemos en el equipo, en los 11 titanes del Atahualpa.

El zurdazo de Flores nos invitó a soñar y el toque de Hurtado fue la cereza del pastel. El penal de Enner Valencia hizo sufrir, pero nos sobró garra para aguantar el 2-1. Al final me estalló el corazón.

Me quedo con la imagen de Gareca con los dedos índices en la sien pidiendo pensar ante la algarabía de 30 millones de almas. Restan dos finales para un equipo destinado a romper estadísticas y rachas. Sí se puede. Hay que luchar. Gracias, muchachos.•