¿fue una mala noche?

Ante Colombia fue un partido que más prevaleció el orden táctico, la solidaridad defensiva pero no el fútbol. Colombia, un rival que no fue más que Perú, hizo su negocio al replegarse y esperar un contragolpe, que llegó a través de una torpeza compartida entre Ramos, Tapia y Araujo para el gol de James. Sin embargo, los pensantes Christian Cueva y sus extremos André Carrillo y “Orejas” Flores rotaron el balón en la medular sin profundidad ni ideas de un juego prolijo.

Y cuando el “10” de Perú se animaba por la individual o el remate sorpresa, el panorama se tornaba una muralla de piernas colombianas. Las arremetidas de la “Culebra” quedaban a medio camino, así como los acostumbrados disparos de “Orejas”. Carecieron de elaboración de juego, cualidades que les sobran al tridente peruano que expondrán su fútbol a beneficio de Perú en la primera final ante Nueza Zelanda, el 6 de noviembre.•