Alianza Lima dejó buenas sensaciones a Miguel Ángel Russo en esta primera fecha

Pedro Bustamante Cruces

Con el permiso de todos, voy a escribirle a mi Alianza Lima. Empiezo estas líneas parafraseando parte de una canción del maestro “Zambo” Cavero, quien seguro desde el edén gozó al ver magna demostración de fútbol anoche en Matute.

Y no solo él, aquellos jovencitos que fundaron hace 118 años el cuadro azul y blanco también disfrutaron —desde el cielo victoriano— de todo su legado, color, tradición y, en especial, de un grupo de jugadores que demostraron ser serios candidatos para una nueva gloria nacional.

En el marco del aniversario aliancista, con fiesta en las tribunas y buen baile en el césped, Alianza festejó de principio a fin, botó la casa por la ventana y se quedó con los tres puntos ante el Boys gracias a un categórico 3-0, dándole a todos sus hinchas el regalo perfecto en un día tan especial.

La jarana empezó algo tarde pues la gente del Callao sorprendió con su posicionamiento, en el que la presión alta impidió el toque “grone” hasta que un error de Ortiz le permitió a Affonso poner el primer tanto del partido y de la Liga 1.

En el complemento, con la expulsión de Reátegui, el trabajo de Russo se evidenció positivamente y la pretemporada dio frutos con el golazo de Quevedo y la cereza de la torta que puso “Felucho” Rodríguez en los descuentos, que sirven para renacer la ilusión.

Es azul y blanca la esperanza y se juntan corazones para gritar: ¡Arriba Alianza!