Universitario tuvo como máxima figura a Juan Manuel Vargas ante Sport Huancayo

Denis Prince Delgadillo

DESDE la noche que puso su rúbrica en el contrato que firmó en las oficinas de la nueva administración respiraba ilusionado con el momento en el que se parase frente a la “Trinchera” a festejar un gol con la crema en el pecho.

Como tantas cosas trascendentales en la vida, lo mejor llega cuando menos los esperas. Guastavino no esperaba ponerle el balón un poco lejos, Juan Manuel no esperaba el pase en ese segundo, la marca huancaína mucho menos. Pero Vargas corrió, ya no con tantos huevos, pero sí con el alma.

Con ella consiguió darle al balón para que este pase entre las piernas de Blas López y luego hiciese una parábola -medio loca- antes de colarse en un palo de un atónito Pinto.

El balón ingresó y Juan Manuel por inercia levantó la vista, miró hacia Norte y empezó a correr con los brazos abiertos. Solo sus compañeros lo abrazaron, pero él sintió que lo hizo todo el estadio. Ya podía tachar de su lista de deseos aquel momento.

FALTA ASENTAR LA CREMA

El gol no era un hecho aislado, pero el trámite del encuentro era parejo. Huancayo tocaba al arco de Cáceda ante una pareja central vulnerable, la “U” -con Estrada y Núñez- perdonaba y el peligro del empate era latente.

Otro hijo salido de la casa pidió protagonismo. Víctor Balta metió la cabeza como un “cuchillo”. Chale ya sabe: hay plantel, pero el equipo está en proceso.•

La Reserva crema tropezó en su debut. Cayó 2-1 ante Sport Huancayo.