EL FACTOR BIELSA

Pasamos del frío extremo al calor primaveral. Dejamos Johannesburgo y nos fuimos a Nelspruit, una ciudad cercana a la frontera con Mozambique, la cual nos recibió ayer con mucha vegetación y un típico –y en extremo radiante– sol africano. Aquí jugó Chile, el último sudamericano que faltaba debutar en el Mundial.

Siguiendo el entusiasmo de las barras y la confianza de la prensa mapochina, sentí una sana envidia al ver que “La Roja”, con jugadores de menor valía comercial que los Pizarro, los Farfán o los Guerrero, se encuentre aquí y que tras 90 y pico minutos tenga ya medio boleto en los octavos de final de Sudáfrica 2010.

¿Qué tiene el fútbol chileno que no tenga el peruano? Orden, criterio, planificación y respeto, cuatro pilares que sostienen la estructura de un balompié que nos ha sacado una gigantesca ventaja. A ello sumemos un valor agregado: Marcelo Bielsa, un técnico que no se ha dejado mangonear por dirigentes, jugadores o periodistas, algo tan común de observar cuando cualquier improvisado es nombrado técnico de la selección peruana.