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Puro hueso y harto pellejo

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Con las caras largas y el estómago rugiendo abandonaron ayer las prácticas realizadas en las instalaciones de Campo Mar, tras enterarse por el asistente técnico, el mexicano Ricardo Ortega, de la suspensión de los trabajos a doble horario porque no había dinero para el almuerzo.

¡Qué cosa!  Aunque usted no lo crea. En la “U” no hay plata ni para la merienda.Es más, tanta habría sido la indignación que sintieron los jugadores que más de uno optó por no ducharse al término de los entrenamientos con tal de llegar lo más pronto a sus domicilios para saciar su voraz apetito.Así que esta vez, a parte de los innumerables problemas económicos, la ausencia en las prácticas de Juan Reynoso y el intenso frío que corrió en Campo Mar, no hubo bebidas energizantes, mandarinas ni plátanos.

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