Donny se abre paso

El regocijo que lo envolvió tras ese golazo al estilo del astro brasileño Romario, no perduró en la humanidad de Donny Neyra 24 horas después del duelo con José Gálvez.

La alegría le duró poco y en su conciencia pesó más la autocrítica por ser todavía un jugador irregular en un plantel en el que siempre gritó, a los cuatro vientos, sentirse como pez en el agua.

Pero eso no lo es todo para el buen Donny. Él quiere jugar, anotar, aportarle a un equipo cuya hinchada le abrió las puertas de Matute de par en par, en clara muestra de respaldo.

Hoy, mejorado físicamente, el creativo busca un sitio, ya sea como 9 (tal como ocurrió ante Cristal, donde jugó uno de sus peores partidos), o flotando de volante libre, como a él tanto le gusta y de donde salieron sus mejores golazos. Gustavo Costas tiene la última palabra.

Pese a que no habló, a que prefirió el mutis total, Neyra desea jugar el clásico contra Universitario y por qué no, anotar otro golazo. Un buen examen ante CNI lo pondrá a tope en todo aspecto.