Buena señal

Todavía es un equipo a la intemperie. Preocupado de guarecerse entre sus pizarristas. Que sortea timorato el viento desaprobatorio que baja desde la mediática tribuna. De aquella pluma desbocada y de la frase dura. Sporting Cristal juega cubriéndose el rostro. Con perceptible temor por no fallar.

Veamos. Lo de ayer no llena todos los casilleros. Ganando el partido ofreció menos que cuando perdió con América de Cali. En un partido chato, friccionado, con un rival discretísimo, todavía propios y extraños no olvidan el proceso anterior y continúan evaluando al equipo de Rivarola con lo que aplicó el Chino Rivera.Línea de tres de nuevo. Loja, Vílchez y Rivera para la zaga. Advíncula, Casas, Espejo y Quina delante de los defensores, de enganche Carlitos Lobatón y arriba dos puntas: Pando y Ximénez. Con este dibujo jugó hasta los 23 minutos para luego cambiar a línea de cuatro con Loja, Vílchez, Rivera y Quina.Y una serie de cambios que sirvieron para la evaluación. Como el ingreso del paraguayo Espínola por Quina y el argentino Rivera de lateral zurdo. Conclusiones: siguió ofreciendo muy poco.La única vía que tuvo en el partido para llegar al gol fue la pelota detenida: Remate potente de Lobatón en el segundo tiempo, a un par de pasos de la medialuna del área rival, por encima de la barrera, que fue golazo. En lo sucesivo el lance cayó en un degenerado juego brusco.Rivarola puso a andar la máquina. Necesita ajustes. Perfecciones. Como todos tiene secuelas del rigor de la pretemporada. Aún no plantea dilemas propios de la abundancia. Pero tiene sabiduría que alarga el crédito para lo que viene en la liga nacional.