La manazo viene dura

Un clima de felicidad se vivió en predio blanquiazul previo al partido con los cusqueños. La alegría era desbordante, tan similar a un día de campo, con la cosas curiosas, pícaras y pintorescas que muestran los muchachitos de barrio.

Una mañana de risas que departieron los jugadores poniéndole sabor a una pichanga que se transformó en una final que tuvo toda la pimienta de una competencia pistera, trasladada a la villa victoriana, que terminó con un colorido “apanado”.Sin embargo, para algunos como George Forsyth las risas cambiaron repentinamente para ratificar su posición de mudarse de barrio porque considera que es hora de encontrar la continuidad que le negó Gustavo Costas con esta expresión.“Tampoco puedo poner a dos en el arco, además Libman pasa por un buen momento”, así de claro.Aunque luego intentó retenerlo, eso parece tarde porque Forsyth incluso podría vestirse de crema.“Ya conversé con el presidente y con el técnico no puedo hablar mucho porque mi contrato es con el club”.Si el “Gringo” encuentra salida pronto se marchará, de lo contrario, esperará la alternativa a mitad de año.