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¡Una pincelada!

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Sostenidos por un reconocible coraje, por once guerreros de corazón de piedra y por la motivación exagerada para muchos de no ser desnucados de un solo zarpazo, ese   gigante rojo (Juan Aurich), que se creyó y aún sigue invencible en el campeonato, empató ayer en calidad de visita ante un rebelde Alianza Atlético de Sullana por 1 a 1.

Los dirigidos por el estratega argentino Roque Alfaro vivieron una semana difícil, donde aquellos jugadores que se atrevían a pintarle la cara en lienzo a los favoritos del torneo con ese fulbito de pista, estuvieron involucrados en algunos escándalos alejados de los terrenos de juego.

Por ello, esta era la oportunidad precisa para demostrar que no eran débiles, que su fuerza siempre estuvo intacta y compacta, y que a pesar de todo no necesitaban romper   algunos principios que en el futuro los podía condenar sin la más mínima consideración.

Sin embargo, al frente estaba la visita y ese tridente salvaje con Ascoy, Chiroque y Tejada, tres leones hambrientos que buscaban en todo momento romper el sólido cerrojo  blanco y el pórtico de un Daniel Reyes que silenciosamente se está convirtiendo en uno de los arqueros más regulares del campeonato Descentralizado 2011.

Luego de tanto trámite de un área a otra, a los 43 minutos del primer tiempo, en el conjunto piurano el habilidoso Valladares levantó la mirada y envió un pase de mago, para que de un terrible zurdazo el cafetero Efraín Viáfara marque la victoria momentánea.

Con las justas

Ya en la etapa complementaria el guía colombiano Diego Umaña movería sus piezas de tal forma que no pierda el primer lugar del torneo y esa hegemonía de juego que lo habían ubicado como el plantel con más derecho a palpar el título. Una licencia que casi pierde ayer.El técnico del Aurich mandó al terreno de juego a Martín Tenemás –un todoterreno por el sector derecho–, a Mauricio Montes –un goleador de raza– y a ese pequeño gigante Renzo Sheput –quizás el luchador diferente de Umaña–, que hasta ahora muchos no se explican cómo no inicia las acciones.

Cuando todo testificaba que era triunfo del local, a los 86’ el volante nacional Renzo Sheput aprovechó unos rebotes dentró del área de Reyes y de un cañonazo arrastrón mandó al fondo el empate y esas ilusiones de Alianza Lima y Cienciano del Cusco. Dos equipos que soñaron con ver diluirse al “Ciclón”, algo difícil por ahora.

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