Llorando se fue

El cielo de Matute ayer nos mostró su rostro más tétrico, y de sus infranqueables muros salieron un concierto de murmullos con aroma a pesar y lamento.

Indefectiblemente, fue un amanecer triste en La Victoria. Y es que el hacedor de dos títulos e hijo querido de la institución, el argentino Gustavo Costas, se marchó derramando lágrimas, en un hecho sin precedentes que ni la distancia ni el tiempo podrán borrar jamás.

“Es un momento difícil, complicado que uno tiene que tomar a pesar del cariño que uno le tiene a este club, pero me llegó la oportunidad y tuve que tomar una decisión, tal vez la más difícil de mi vida...”, señaló la adquisición del Al-Nassr de Arabia Saudita, que le pagará 2,5 millones de dólares por temporada.

“Tuvimos doscientos problemas, pero supimos salir adelante. Ojalá que este proceso siga, mientras se continúe de manera seria, así se vaya Costas, vendrán los éxitos. Sigan trabajando duro porque Alianza se lo merece...”, dijo Costas que se quebró ante la mirada atónita de todos. Costas se fue, pero su recuerdo perdurará.