Lo que tu viejo no te contó: “Perico” y “El Nene”, dos apelativos con historia

Los apelativos en el fútbol peruano son como el pan de cada día, siempre surgen con nuevos jugadores talentosos, pero los que marcaron la historia fueron dos: el de Pedro León y de Teófilo Cubillas.

“PERICO”: Pedro León –cabeceador con una técnica impresionante– ya brillaba en Alianza Lima allá por los años 60. Fue integrante del gran rodillo negro conformado por “Pitín” y Teófilo. Medía 1.75 m. Un día, en esas reuniones cotidianas entre dirigentes y jugadores, el ex presidente grone Alfonso de Souza Ferreyra (papá de “Cuchi”), ya fallecido, se percató que León era un eximio bailarín y al escuchar una canción de moda llamado “Chivirico, chico perico”, le dijo al movedizo moreno: “Oye, negro, tú decides, te vamos a llamar Chivirico o Perico”. El moreno, medio asustado, contestó en voz baja: “Perico, don Alfonso”. Y desde ahí quedó ese famoso apelativo.

“EL NENE”: Unos años después, cuenta la historia que en un viaje de Alianza Lima rumbo a Ecuador todos los jugadores en el avión estaban alegres y divirtiéndose, entre ellos estaba Pedro “Perico” León. En esa aeronave también viajaba un juvenil jugador llamado Teófilo Cubillas, tenía recién 18 años de edad, y “Perico” que estaba tan alegre y bromista le dijo a la azafata: “Señorita, cerveza para todo el mundo” y Teófilo se le acercó avergonzado y temeroso le dice al oído: “Perico, yo no tomo cerveza”, y “Perico” dijo a viva voz: “Señorita, cerveza para todo el mundo y un vaso de leche para ‘el nene’”. Todos se mataron de risa. Desde ese momento, a Cubillas solo le llamaban “El Nene”.