Te lo pedimos, Señor

Delinear y vincular la historia de Alianza Lima a una pelota de fútbol y sus “Potrillos” es tan real como mirar de cerca el fervor religioso que se proyecta desde dicho plantel por el “Señor de los Milagros”. Y es que ayer los jugadores blanquiazules asistieron desde muy temprano (6: 00 a.m.) a la procesión como es costumbre año a año.

Con ramo de flores en mano, con las oraciones grabadas y con esa fe que los sostiene de cara al título y en estos momentos tan complicados -no les pagan- los dirigidos por Miguel Ángel Arrué caminaban por las calles de la avenida 28 de julio.

Fue una mañana distinta a la acostumbrada, fue la mañana ideal para reforzar el credo en lo celestial, en eso que a estas alturas los está encaminando como punteros del campeonato. Los aliancistas dejaron en claro porqué son el “equipo del pueblo”.

Por ahora pueden caminar tranquilos, su fe no la mueve ninguna montaña y menos un rival lo hará de su primera ubicación. Es hora de continuar con los rezos y decirle al mundo que pese a los obstáculos, los íntimos nacieron para vivir experiencias extremas. Esas que hacen que aumente su fe.