El arco de la selección no le queda “grande”

Desempolvar las telarañas en las esquinas de los arcos se convirtió para Diego Penny en el 2011 como un “hobbie” necesario y regular. El guardameta del Juan Aurich no solo le tapó la boca a sus detractores, sino que se ganó una pequeña posibilidad de regresar a la selección.

Y quizá la final de los play offs ante Alianza Lima le sirvieron al flaco guardameta para que de una vez por todas lo dejen de mirar por el microscopio de la incredulidad. 

Penny solo está esperando el inicio de la pretemporada en Chiclayo, pues ya piensa en Neymar, en el Santos, en levantar el trofeo de la Copa Libertadores y volver a cantar el Himno Nacional en un cotejo de Eliminatorias.

No hay horizonte lejano. Sus manos llegan al cielo...y ahí ¿cuánto tiene que ver su descomunal tamaño?, seguro mucho. Pero, más que ello está su temperamento de guerrillero.

EL DATO

Un considerable número de niños del distrito norteño de Guadalupe recibió feliz los obsequios de su hijo ilustre, Pedro Ascoy, que así agradeció el apoyo brindado por sus conciudadanos.