Más sospechas sobre la echada en Mundial 78

La última denuncia del congresista Genaro Ledesma ante un tribunal argentino, sobre la echada de la selección en el Mundial de 1978 a cambio de matarlo a él y otros deportados peruanos en el Plan Cóndor, abre otras interrogantes a este hecho vergonzoso de nuestro fútbol. Pero hay otros argumentos relatados y que vale la pena recordarlos.

El partido de junio del 78, en el que nos humilló Argentina 6-0, nos marcó para siempre. Al final hubo coincidencia que Perú no había ofrecido en aquel choque resistencia alguna. Tanto fue así que los mismos jugadores fueron apedreados al llegar al aeropuerto de Lima.Luego trascendió la versión de que el gobierno argentino habría negociado el partido con su par peruano. A la semana del choque, varios barcos cargados con 35 mil toneladas de trigo partieron hacia Lima, y el gobierno peruano, presidido por Francisco Morales Bermúdez, recibió un préstamo por parte de Argentina de 50 millones de dólares sin intereses, todo esto como marco del Convenio Sobre Ayuda Alimentaria. También se habrían pagado sobornos a funcionarios peruanos desde cuentas manejadas por la Fuerza Armada argentina.

El trato lo habría realizado Lacoste con tres antiguos oficiales peruanos que acompañaban a su seleccionado en su estadía en la Argentina. Además se transfirió dinero a varios dirigentes peruanos desde la cuenta corriente de la Marina argentina. De igual manera se comentó que había un pozo a repartir entre los futbolistas blanquirrojos de 250,000 dólares si perdían por más de cuatro goles.Héctor Chumpitaz recuerda la visita de Videla al vestuario: “Se paró frente a nosotros y nos dio un discurso en el que se llamaba a la hermandad latinoamericana y nos deseaba suerte. Yo no lo tomé como una presión, aunque después de lo que nos habían dicho las organizaciones de Derechos Humanos, Videla aparecía como un personaje que nos daba un poco de temor”.