“Negro” bravazo

En Alianza Lima degradar a los trabajadores del club y a los futbolistas profesionales es tan común como llevarnos un pan a la boca mañana tras mañana. El agotamiento de sus víctimas se percibe a diario y lo lamentable es que el responsable de  los problemas continúa oculto, no da la cara, está preso de sus miedos.

Los tentáculos de este panorama decadente abrazaron al paraguayo Édgar González, quien amagó con renunciar en Brasil a escasas horas del duelo copero ante Vasco da Gama.¿Por qué? Al “Negro” le colmó la paciencia no tener a su familia en Lima, pese a que hace más de treinta días pidió pasajes para los suyos. Se dice que Pepe Soto y el dirigente César Pinatte se vieron obligados a sacar de sus bolsillos para que el volante desistiera de patear el tablero en plena concentración.  

“Yo jugué solo por el cariño que le tengo a Pepe. Por eso no vamos a permitir la venida de otro técnico. Si llega otro, no voy a seguir. El barco está hundido y unidos debemos sacarlo a flote. Nadie tiene que irse”, explotó.

“Otra cosa que me molestó fue que el día sábado, tras jugar en la altura, viajamos a Sao Paulo, donde esperamos más de cinco horas, tirados en el suelo buscando descanso...”, sentenció el guerrero guaraní que por las dudas tiene las maletas preparadas para irse cuando el último apague las luces.