Llamadita de auxilio

Atrás quedó la hazaña de la Copa América. Sergio Markarián vive una de sus peores pesadillas, pero no renuncia a sus sueños ni ideales. Es que es un hombre de lucha, ganador, y tiene a Dios en su corazón.

Con el rostro visiblemente desencajado, el “Mago” rescató la actitud de sus dirigidos: “No estoy satisfecho porque defendimos muy mal frente a un equipo que presiona mucho”, declaró en conferencia.“Rescato la entrega de mis muchachos, peleamos un partido que parecía sentenciado, fuímos rebeldes pero no alcanzó”, agregó el seleccionador.Luego habló se las ausencias. “El nivel de Perú lo ponen los jugadores que juegan en Europa, con ellos se puede hacer un buen equipo”, precisó.“Lo único que puedo decir es que los lesionados se cuiden para los próximos partidos”, dijo Markarián, quien en pleno partido recibía el llamado de su asistente Aguirregaray para saber lo que mostraba la televisión.