LO QUE TU VIEJO NO TE CONTÓ: La raza negra hizo crecer a Ecuador

Muchos se preguntan cuál es el secreto del fútbol ecuatoriano, que hace menos de 20 años no existía en Sudamérica y hoy es una potencia futbolística.

Uno de los orígenes de las grandes glorias del fútbol ecuatoriano es el Semillero Esmeraldas, ubicado en la provincia del mismo nombre y que se dedica a explotar la técnica y talento de los más pequeños jugadores negros de ese país.

La principal característica de los niños y adolescentes que integran esa academia es ser de raza negra con el fin de mantener la tradición del semillero fundado en 1958, al que asisten más de 300 niños para probarse en el fútbol y buscar un mejor futuro para sus familias.

En el semillero los infantes no pagan ninguna mensualidad debido a la humildad de sus integrantes, quienes son preparados para tener una mejor calidad de vida jugando al fútbol.

Entre las principales figuras del balompié norterño que iniciaron su carrera en Esmeraldas podemos citar a los morenos Agustín Delgado, máximo goleador de su selección, Ulises de la Cruz, Giovanni Espinoza, Édison Méndez, piezas fundamentales para la primera clasificación de Ecuador a un Mundial: Corea-Japón 2002.

Sin embargo, la educación es un factor que no se puede descuidar en los futbolistas. Por eso, el semillero tiene escuelas para crear profesionales dentro y fuera de un terreno de juego, sembrando futuros hombres para una vida correcta.

Es tal la fe en el futbolista negro que Ecuador ha creado un Centro de Alto Rendimiento para reforzar el desarrollo de los futuros futbolistas del país norteño y así brindarle más alegrías a los hinchas. Por la Escuela Esmeralda, hoy Ecuador está con un pie y medio en el Mundial de Brasil 2014.