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Gustavo Peralta Coello

 

Los miró sin pestañear, acentuó el dejo de Gardel y del Gordo Porcel y antes de que cante el gallo ambos muchachones creyeron en la regordete figura de Papá Noel. 

Luego de tres horas y media de conceptos, de sesudas peticiones, de algunos “profe’, ya pe’”, John Galliquio y Antonio Gonzales dejaron la cafetería del Hotel Carrera, en Lince, convencidos de que Comizzo es el ángel del que muchos hablan. 

“Tuve una charla muy buena con Gonzales y Galliquio. Fue de técnico a dirigidos...”, apuntó el ceremonioso estratega de Universitario. Claro, los referentes salieron como balas tras el encuentro porque, entienden, no es momento de meter la pata. 

Pero Comizzo siguió con su exposición. “Les hice sentir que quiero que se queden, que son muy importantes para mí... Los dos mostraron predisposición a continuar con esta historia”.

Según el estratega, Toñito y “Tyson” respondían como juguetes chinos a sus interrogantes. “Les pregunté qué era lo que querían y solo me dijeron que seguir sumando y aportando”. Por ende, se quedarán pugnando por algo más que salvarse del descenso. “Creo que los convencí”, con esa frase  se cerró el tema. 

Comizzo también aprovechó la coyuntura para pelear un round con sus críticos. “Es bueno que la gente me critique porque así podré demostrar que con experiencia no se ganan cosas importantes. Yo tengo capacidad y lo voy a demostrar”.

El “profe” se acomodó la melena, sonrió a todos y prometió “dejar todo” por el título. 

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