Para no creerlo

Mendoza, Argentina

Minuto 88 y todo el Perú gritó desaforadamente. ¡Era el gol soñado! ¡Al fin la clasificación! Pero no, la alegría se desvaneció cuando el árbitro Enrique Cáceres de Paraguay anuló el tanto del veloz delantero peruano Yordy Reyna.

¿Por qué lo anuló? El juez de línea vio ligeramente adelantado (por solo un brazo) a Édison Flores, quien en primera le dio el pase-gol al “Cohete”.

Era una jugada milimétrica, finísima, esas en las que siempre los jueces de líneas dudan y le dan la razón al equipo que ataca, como lo ordena la FIFA.

Para ser sinceros, si dejaba pasar eso, nada ocurría. No había escándalo, porque era una jugada difícil de decidir. Pero como somos Perú, un país sin peso dirigencial, entonces es más fácil para los árbitros darles hasta la duda a nuestros rivales.

Yordy Reyna y compañía increparon a los árbitros. Los chicos estaban con ganas de romper el libreto, pero se controlaron. Así fue.

Estuvimos cerca de la gloria. Tal vez no tengamos suerte, pero hay que decir que la imagen maltrecha de Manuel Burga no ayuda nadita. ¿Y si llevamos el gol anulado a La Haya? •