El serrucho

Si para nadie es un secreto que el arco rival se ha convertido en una cueva de ratones para los arietes íntimos, Wilmar Valencia habría tenido claro que confirmar la llegada del “9” era pecado en un jardín de corazones sensibles.

Claro, todavía hay camino por recorrer y lidiar con lo que se tiene. Asegurar que un “Armenio” aterrice, es decirle a tus tripulantes de guerra: “No me alcanza con lo que tengo”.

LÍBERO conoció que “Bam Bam” habría aceptado la llegada de Mauro Guevgeozián siempre y cuando se maneje bajo siete llaves. Sin embargo, la noticia apareció antes de lo pactado.

El guía blanquiazul apretó los labios y con los ojos del “Gato con botas” dijo: “¿Nueve? De eso juego en las pichangas. Deberían preguntarle a los que hacen las cosas a mis espaldas”, señaló. ¿Leyó,  doctora Susana Cuba?

“Me dolería mucho y pensaría las cosas si es que me quedo”, mencionó. Bueno, Wilmar mostraba una posición de desconcierto.  Todo en silencio, incluso hasta los pajaritos anémicos de Matute se callaron. Todo hacía indicar, hasta ahí, que el DT no sabía nada de su nuevo delantero. Mmm...

Y para evitar confundir a medio mundo, cantó en buen cristiano que si llega el “Armenio” Guevgeozián, él dejará el club.“Si vienen yo hago esto”, sostuvo. (Se fue de la conferencia). Y antes de subir a su carro -cuando le solicitaron una entrevista a su regreso de Chimbote- el hombre de Camaná agregó: “Si es que viajo”.

Habrá que entender si su molestia se debe a la llegada, sin su visto bueno, del “charrúa” o porque se filtró algo que tapó con sábanas de seda en temporada de tempestades.