El adiós más triste

Parece que la etapa de Claudio Pizarro con la “sele”  fue un meme. Es que nunca logró ese puntillazo final que lo hubiera llevado a la gloria, nunca rozó la posibilidad de participar en un Mundial y siempre caminó de espalda con el cariño de la gente.

El destino muchas veces tiene esos tintes. Porque Dios te da algo por un lado y por otro te lo quita. Y si la producción del “Bombardero” en el exterior fue de 282 “pepas”, en esta parte de la tierra fue bastante discreta. Como para taparla con papel periódico.

En 74 partidos con la bicolor anotó solo 19 tantos. Y para colmo seis en procesos Eliminatorios (desde Corea-Japón 2002). Entonces, Dios se apiadó de nosotros y decidió que su partido de despedida sea sin público.

“Este será mi último proceso eliminatorio con la selección. Me voy más que triste por no clasificar”, dijo después del cotejo ante Argentina. Si su discurso es un mandamiento, mañana le dirá chau a la “mica” más querida por todos.

Si sale cambiado en la etapa complementaria no recibirá ni aplausos ni pifias. Será todo en silencio. Pizarro solo escuchará su respiración y los latidos de su corazón. Por fin sabrá qué tanto dejó por este país.

Y es que a veces dicen que uno siempre tiene lo que se merece.