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Lleno de dicha

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Y un día Cristal sacó las garras y sació su hambre de gloria. Cual fiera indomable se hizo más fuerte que un León y se erigió como el nuevo rey de esa jungla futbolística donde empieza un nuevo reinado.

Ese instinto animal afloró de golpe para tragarse los fantasmas y dudas que hacían añicos la ilusión. Su furia era incontenible pues debía dar una nueva imagen, tenía que comerse las angustias y ser ese equipo agresivo que pide su afición.

Atrás quedó la frustración copera y esos traumas de disparos fallidos desde los doce pasos. Era momento de convencer a todos de que este Cristal es macizo, a prueba de balas, de alta resistencia y durabilidad. Con esa ansiedad a cuestas devoró de tres zarpazos a esa fiera huanuqueña que terminó siendo un manso felino.

La festín celeste comenzó a los 33’ cuando Yoshimar Yotún se mandó una jugadón y dejó en ridículo a más de un rival. Todos quedaron como estacas y definió con clase ante la salida de Rivera para anotar un golazo que fue el inicio de la transformación.

El dominio cervecero era absoluto y no tardó en ampliar la ventaja. Consternado por el arrollador juego rimense, el golero crema Rivera cometió un error y obligado por las circunstancias cometió un penal contra Ávila. Así a los 40’ Lobatón se encargó de ahuyentar los fantasmas de tiros errados y puso el segundo gol.

La cereza del pastel lo puso Advíncula a los 56’, también de penal, previa falta a Leguizamón. El 3-0 sentenció una victoria clara y el renacer un equipo con hambre de gloria.    •

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