No bajó los BRAZOS

Bien dicen que la venganza es un plato que se sirve frío y se come despacio, muy despacio. Ayer, Cristal dio prueba de ello y venció 2-0 a Juan Aurich, dejándolo casi fuera de la final. Los celestes cobraron revancha por la goleada sufrida en la ida, pero   matemáticamente ya no podrán alcanzar a Alianza en la cima.

La “Raza Celeste” se lució ante el cuadro chiclayano, su juego avasallador provocó la alegría de las mamitas que llegaron al Alberto Gallardo. El gol cayó por su propio peso, luego de que le anularon dos “pepas” a Ávila y Ross, por fueras de juego inexistentes.

La despesperación nunca fue invitada al recinto rimense. El Extremo estalló cuando Irven Ávila abrió la cuenta sobre los 59’, marcando a placer ante un indefenso Goyoneche.

El grito de gol aún se sentía en las gargantas cerveceras, cuando apareció Carlos Lobatón para poner el segundo a los 61’. El volante aprovechó un error en salida del “Ciclón” y colocó el balón lejos del arquero norteño. ¡Golazo!

Los minutos pasaban y los “ole” bajaban desde las tribunas, Cristal volvió a jugar bonito, pero no le alcanzó. Quizás, queda el consuelo de dejar en coma al Aurich en su deseo por llegar a la final.

Así se cobró la revancha por el 5-1 sufrido en Chiclayo en la primera rueda. Cristal sumó 20 puntos y se consolidó en el cuarto lugar del Grupo A. Se luchó hasta el final.