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Por costumbre, Óscar Ibáñez es el último en abandonar las instalaciones tras los entrenamientos. Sin embargo, ayer decidió romper la tradición. ¿El motivo? Se reunió con “Chemo”  y miembros de la Administración para concretar el retorno de Diego Guastavino a Ate.

Una llamada y el técnico acudió al citado de urgencia.  Todo está encaminado, el uruguayo llegará a Lima en dos semanas para unirse al plantel tras su frustrado fichaje por el Ñublense de Chile.

Aunque “Messi” no podrá jugar hasta el 2015, su curiosa salida del Querétaro de México lo afectó en lo emocional, por ello integrarse al grupo, el cual conoce, le ayudará a salir del mal momento. “Quiero entrenar desde ya”, nos contó el volante desde otro lado del hilo telefónico.

Además, las casi seguras salidas de Édison Flores y Raúl Ruidíaz al extranjero obligan a la “U” a tener un jugador desequilibrante en ataque. “Guasta” cumple con los requisitos, es querido por la hinchada, conoce al grupo y lo más importante: tiene ganas de volver. El fichaje se cerrará en breve y sus quimbas pasearán por Ate.

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