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¡Se le abrió el arco!

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Mauro Guevgeozián nuevamente tiene a un manchón de fotógrafos encima, ráfagas de flashes y de fondo un coro que baja de las graderías y no desafina. El “9” simplificó todo en Matute: anotó dos veces de cabeza y le regaló tres unidades más a los victorianos en el Clausura. Todo es tan bonito, que parece un milagro.

Los dirigidos por Guillermo Sanguinetti derrotaron 2-0 a San Simón, y sumaron 28 partidos invictos en el Alejandro Villanueva (18 triunfos y 10 empates). Con esto llegaron al segundo lugar del torneo, y están a un puntito del puntero  Melgar.

Regresemos al “Güevo”, quien registra 12 dianas en el año. Con confianza todo se puede, hasta recuperar el amor de todo un pueblo. Sin embargo, hay una pieza que también brilló, pero que pocos lo vieron.

Y no es producto de la convocatoria, lo de Josimar Atoche viene de un tiempo lejano. Se transformó en el nuevo “pulpo”. Corre, recupera, trepa, supera líneas contrarias y tiene asistencia. Cuando el ariete charrúa anotó a los 32 minutos, el “Marrón” fue el que envió el pase con la derecha. Bendito, Josimar. Tú eres el Cristo Moreno.

Alianza Lima cerró la primera parte con el sello de siempre: siendo sólido en el fondo y con mucha velocidad en las últimas líneas. Nada más, así de efectivos. La etapa complementaria comenzó con el mismo modelo de juego.

Esta vez Christian Cueva se enchufó más de la cuenta. Recibió patada y encaró, pidió pelota y buscó ampliar el marcador con diagonales. En tanto, Federico Nicosia se atrincheraba en su pórtico y era noticia a los 64’.

Porque en ese tiempo, Guevgeozián sentenció todo. “De a pocos voy aprendiendo de la fe”, dijo el goleador en la presentación de la blanquimorada. La “mica” le hizo el milagro a él y a todos esos fieles que supieron esperar.

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