¡Mandó la moto!

Si ven a Pablo Míguez recorrer toda la cancha como si estuviera a bordo de una veloz motocicleta, no duden que lo hace guiado por la fuerza del amor puro y eterno que le profesa a Emiliano, su pequeño hijo que radica en Uruguay. “Para él van dedicados mis goles, mis logros, mis alegrías”, indicó “Cotorra”.

Cuando habla de su engreído, cuyo rostro lleva tatuado en su brazo izquierdo, no puede esquivar a la nostalgia. No es de piedra pues. “En diciembre estaremos con él, es mi luz, sería lindo reencontrarnos yo habiendo logrado el título, sería su mejor regalo...”, expresó.

En los últimos días la prensa llenó páginas con su posible adiós al término del torneo, pero Pablo confirmó la esperanza sobre el tema que escribió LÍBERO al respecto.  “Le quiero regalar al hincha el campenato, acá me siento cómodo, pondré todo de mi parte para quedarme”.