CUEVA de lobos

Nunca fue tan cierto que solo del amor sí se puede ser feliz. No importa si los bolsillos están llenos de aire o con huecos (les deben febrero). Ayer Alianza Lima ratificó que es candidato a las semifinales del Torneo del Inca.

Con un doblete de Christian Cueva, los dirigidos por Guillermo Sanguinetti aplastaron 4-0 a Sport Loreto y ya se ubicaron como los mejores segundos del certamen. Además están a dos unidades del puntero del grupo “C” Sport Huancayo.FROTÓ LA “LÁMPARA”

Cueva abrió el marcador a los 5 minutos. Desde los doce pasos la mandó al palo izquierdo de Robinson Matamoro, quien se estiró al vacío de su palo derecho. El primero para los de Matute.

Luego vino pura luz del “10”. Claro, mirando siempre de reojo el palco azul donde estaba Ricardo Gareca. El “Tigre” lo seguía muy atento. Es carta para la selección en el amistoso ante Venezuela en Miami.

El volante tanto se motivó que cerró la faena con un tanto de cabeza. A los 55’ aprovechó el centro milimétrico de Julio Landauri y rompió las redes. Luego se trepó como Tarzán en las rejas de la tribuna Sur. La reconciliación. Así dicen, ¿no? Lo mejor de las peleas son las cicatrizaciones de las heridas.

Pasado olvidado. Futuro prometedor entre el muchacho de Huamachuco y los que dejan la garganta. El Alejandro Villanueva era un edén.

El equipo del “Topo” no fue un derby español, sin embargo, sacaron a todos los asistentes del bostezo de nuestro fútbol. Paredes, uno que otro taco, velocidad. Solidaridad. Un colectivo perfecto. Un cuadro bañado en fantasía.KOICHI Y “TITÍ”

Y si bien Cueva era una recepción de aplausos, en una tarde como la de ayer, era imposible que nadie más se muestre en La Victoria. Koichi Aparicio, tomando en cuentala ausencia por lesión de Miguel Araujo en la rodilla izquierda, regresó a la vida con un tanto. A los 24’ dijo presente.“Tití” Landauri a los 48’ se hizo presente y arrancó sonrisas. De un derechazo agitó corazones. Alianza a dos fechas  de que culmine el torneo sacó entrega y buen fútbol. No dejan de arrancarle alegrías al pueblo, muy a pesar de algunas cuentitas pendientes.