"Vergüenza da robar", periodista da lección por vender sándwiches en sus ratos libres
Intentaron humillar a una periodista boliviana por vender sándwiches en su tiempo libre, pero su respuesta se hace viral en las redes sociales.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEsta semana se volvió viral en redes sociales la historia de Karla Villarroel, una periodista boliviana que aprovechó su tiempo libre para vender su sándwiches en los exteriores de la Escuela Militar de Ingeniería (EMI), un centro de vacunación contra la COVID-19.
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La reportera aprovechó la gran afluencia de personas para ofrecer sus productos y así ganar un dinero extra, con el objetivo de pagar algunas deudas y también poder ayudar en casa.
Las fotos de Karla Villarroel, quien es Licenciada en Comunicaciones, se volvieron virales en redes sociales y esto generó diversos comentarios de algunas amigas suyas, quienes la criticaron por vender sándwiches teniendo una profesión.
"¿Qué pasó Karla, el periodismo no te da plata, tan bajo has llegado? ¿No te da vergüenza?", le escribieron sus amigas tras enterarse que Karla aprovechó su tiempo libre para vender sándwiches en los exteriores de EMI.
La respuesta de la reportera no se hizo mucho de esperar y dio una lección de vida, la cual traspasó fronteras y se ganó el respeto de todos. "Simplemente me reí y le dije la frase que está al principio de este texto: '¡No me da vergüenza sin miedo al éxito!' Pues sabía que no valía la pena y no tengo por qué explicarle más nada. Ahora yo le digo a ustedes pues no, esa no es la cuestión si da plata o no. Lo que importa son las ganas de salir adelante, vergüenza es robar, vergüenza es ser mediocre por burlarse de las ganas que tiene una persona de salir adelante buscando ingresos de manera honrada con sacrificio, sin hacerle daño a nadie y sin meterse en la vida de ellos", escribió en su cuenta de Facebook.
En una entrevista para la Radio El Deber, Karla reveló que fue su madre quien empezó en el negocio de las empanadas, pero tuvo que dejarlo. Con el objetivo de cubrir ese espacio y generar ingresos, la reportera instaló una mesa en el centro de vacunación y se puso a vender.
Todo comenzó gracias a una cobertura periodística
Según Karla Villarroel, en una de las tantas cobertura se percató que nadie vendía en los exteriores de la EMI y aprovechó para vender sándwiches. "En una de mis coberturas en los puntos masivos de vacunación me di cuenta que había mucha gente y que durante las mañanas no vendían nada. Ese día llegué de mi trabajo y para ayudar a mi hermana le dije que vendamos empanadas en la EMI, que está a tres cuadras de mi casa. Entonces ella me pregunta si me daba vergüenza y le dije que no, y que yo haría sándwich", agregó a El Deber.