Monos 'secuestraron' ciudad en Tailandia: "Vivimos en una jaula y ellos en libertad"

Planeta de los simios. Al igual que la famosa película, una ciudad tailandesa ha caído bajo el ‘dominio’ de más de 6 mil primates, debido a que gracias al confinamiento por el coronavirus estos han permanecido en las calles reproduciéndose sin control, siendo ahora quienes ‘mandan’ en la urbanización.

Lopburi, una ciudad en Tailandia, ha visto un cambio radical en su estilo de vida gracias a la pandemia, y no solo con respecto al encierro, sino que la zona era muy conocida por sus monos y por el cariño que los turistas les brindaban, pero ahora con tanta comida y humanos encerrados los simios están fuera de control.

En declaraciones para la agencia de noticias AFP, Kujira, quien es comerciante de la zona, explicó lo que se vive día a día. “Nosotros vivimos en una jaula y los monos viven en libertad”, señaló el hombre, quien ve como ahora la relación humano-animal ha cambiado.

“Su excremento está en todas partes, el olor es insoportable, sobre todo cuando llueve”, añadió Taweesak, otro vendedor de la zona, quien incluso ha tenido que colocar tigres y cocodrilos de peluche para evitar que los monos se acerquen a su tienda y sigan robándole.

Por si fuera poco, los primates tienen su propio ‘cuartel militar’, ya que se han apoderado de un cine abandonado, lugar en donde se van incrementando cada vez más. Hasta el momento, ya son más de 6000 los monos que rondan por las calles y esto ha llevado a que las autoridades ordenen esterilizar a 500 de estos animales.

La rápida reproducción se debe a que estas especies eran muy queridas por los turistas, quienes los alimentaban constantemente. “Mientras más comen, más energía tienen. Así que se reproducen más”, expresó Pramot Ketampai, administrador de unos santuarios aledaños al templo Prang Sam Yod.

No obstante, debido a la falta de extranjeros en la ciudad los simios han visto reducida su cuota alimenticia, lo que ha conllevado a que en ocasiones peleen por la comida. Finalmente, y a pesar de todo, hay quienes ya se encariñaron con los monos. “Si se fueran, me sentiría un poco solo”, comentó Taweesak.