El país de Latinoamérica con la única ciudad del mundo donde "adoran" la Coca-Cola

México es el país que más bebe Coca-Cola en Latinoamérica como en el mundo entero, eso es un hecho estadístico irrefutable superando, incluso, a Estados Unidos. Sin embargo, existe una ciudad enclavada en la nación azteca que no solo destaca por ser la que más la bebe en el planeta, sino que la bebida gaseosa forma parte de su idiosincrasia, hasta de sus rituales religiosos.

Se trata del pueblo de Chamula, ubicada en el estado de Chiapas, cerca del municipio de San Cristóbal de las Casas, y su consumo supera con creces a la ingesta de agua, al punto que al día toman entre dos a tres litros por persona en todo tipo de ocasiones como fiestas, celebraciones, comidas, pero también para rituales de sanación.

En ese sentido, el investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición Salvador Zubirán, Marcos Arana, señaló algo alarmante: "al 3 por ciento de menores de seis meses, sus madres les dan Coca-Cola en un momento donde solo deben tomar leche materna".

De hecho, ya lo había dicho la Universidad de Yale, revelando que 7 de cada 10 niños de las comunidades rurales mexicanas incluyen en sus desayunos esta gaseosa de origen estadounidense.

Y es que este refresco en lugares como Chamula son de fácil acceso, principalmente, por sus bajos precios que tienen poco control: "La disponibilidad y publicidad de algo tan barato es tan grande y omnipresente en Chiapas ante poblaciones vulnerables que han creado adicción que se ve como necesidad", agregó Arana.

En caso te preguntas, de acuerdo al Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y Frontera Sur (Cimsur), en esta  región se consume, al año, 821.25 litros por persona.

La Coca-Cola está presente hasta en los rituales religiosos indígenas ya que existe la creencia muy difundida que la gaseosa tiene la capacidad de inducir eructos, los cuales están relacionados a la salud del alma, por lo que esta bebida puede encontrarse actos espirituales, sociales y cívicos de Chamula.

De hecho, el catolicismo no ha escapado a esta tendencia (quizás para atraer y/o mantener más adeptos), pues en las iglesias los fieles dejan Coca-Cola a los santos a modo de ofrendas ¿Por qué? pues la consideran una bebida "santa" amparada en presuntas propiedades curativas.

A parte de esto, otro de los factores de este fenómeno se debe al limitado acceso que tienen las grandes mayorías a agua potable de calidad, por lo que es mucho más económico el consumo de esta bebida.

Puede que no lo sepas, pero existe un caso sumamente particular donde la Coca-Cola y la religiosidad tienen su mayor exponente en la iglesia de San Juan Chamula, la cual celebra la Noche de San Juan entre los días 23 y 24 de junio con una interpretación muy particular de la misma.

En esta liturgia, se juntaron la tradición católica con la originaria del antiguo dios maya Ajaw, en la cual se colocan cientos de velas de todos los colores en una estancia sin bancas, al lado de las cuales los chamulas rezan al lado de gallinas, pox y Coca-Cola entre las ofrendas más recurrentes.