Esta legislación, que fue rechazada por el gobernador de California, Gavin Newsom, habría aportado grandes beneficios a los inmigrantes.
El gobernador de California, Gavin Newsom, optó por rechazar la AB 1840, un proyecto de ley que tenía como objetivo ampliar la asistencia estatal para la compra de viviendas a inmigrantes indocumentados. Esta propuesta, elaborada por el asambleísta Joaquín Arámbula, buscaba incrementar los fondos destinados al programa de ayuda para la compra de vivienda, de modo que los inmigrantes indocumentados pudieran acceder a subsidios para el pago inicial de hasta $150,000.
El veto de Newsom se fundamentó en preocupaciones presupuestarias en California, señalando que la expansión de la elegibilidad debe ser cuidadosamente evaluada dentro del contexto de los recursos limitados del estado. Conoce más del tema aquí.
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Según Cal Matters, la AB 1840 buscaba que los inmigrantes indocumentados pudieran participar en el programa 'Dream for All', que proporciona asistencia para el pago inicial de la vivienda. Si se hubiera aprobado, los inmigrantes indocumentados podrían haber accedido a un 20% del valor de la vivienda, hasta $150,000, para facilitar la compra de su hogar.
El programa había demostrado ser popular entre los primeros compradores de vivienda en California, pero también había enfrentado limitaciones por el déficit presupuestario estatal, lo que había llevado al agotamiento de los fondos en solo 11 días desde su lanzamiento en 2023. Newsom, al vetar la ley, argumentó que la expansión de la elegibilidad para estos programas requería una evaluación más profunda sobre cómo manejar los recursos del estado de manera eficiente y equilibrada.
El veto generó división política. Defensores de los derechos de los inmigrantes, como la ACLU y CHIRLA, criticaron la decisión, argumentando que el estado debería invertir más recursos para apoyar a las comunidades inmigrantes, especialmente dado que contribuyen significativamente a la economía californiana, pagando miles de millones en impuestos.
Por otro lado, opositores republicanos y figuras como Elon Musk mostraron su desaprobación, sugiriendo que expandir los beneficios a inmigrantes indocumentados podría atraer aún más inmigración ilegal y poner presión sobre un sistema de vivienda ya de por sí muy limitado. En este contexto, algunos californianos cuestionaron si el estado debería priorizar a sus propios residentes antes de extender más beneficios a quienes no tienen un estatus legal en el país.