La pésima relación existente entre Zlatan Ibrahimovic y Pep Guardiola centró la atención en un gran partido disputado por Barcelona y Milan en San Siro.
El sueco consiguió marcar en la primera parte, pero desapareció en el segundo periodo y no pudo ayudar a su equipo a conseguir la remontada.A pesar de ello, el delantero, que hace poco publicó una autobiografía donde se despachaba contra su ex entrenador, aseguró que su actuación no fue una venganza en contra de Guardiola: “He hecho el gol para mi equipo y para mi afición, no era nada personal”.