La responsabilidad del gol cayó sobre sus hombros tras la cantidad de lesionados que presentaba la selección peruana de cara al partido contra Colombia. Paolo Guerrero, solitario en la delantera, buscó por todos los medios dejar mal parada a la defensa rival y por momentos lo consiguió.
El “Depredador”, en más de una ocasión, habilitó a sus compañeros e intentó generar fútbol, incluso tuvo una jugada de gol pero su remate fue bloqueado por el portero Ospina.
Tras el triunfo colombiano por 1 a 0, Paolo Guerrero masticó su bronca por la derrota y permaneció por varios minutos de cuclillas y con la cabeza gacha lamentando la suerte de Perú en este partido.