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'Jaimito, el cartero' y su trágica muerte: 'Chespirito' lo encontró sin vida en set de grabación

Según contó Roberto Gómez Bolaños en una sentimental autobiografía, la muerte de Raúl 'Chato' Padilla marcó mucho a sus compañeros de programay, sobre todo, a él.

¿Recuerdas a 'Jaimito, el cartero', de 'El Chavo del 8'? Seguramente tienes momentos grabados de él y la ciudad que siempre mencionaba: Tangamandapio. Él personificó a un hombre muy querido en la vecindad; sin embargo, su muerte fue algo que marcó a muchos de sus compañeros, sobre todo a Roberto Gómez Bolaños, el Chavo

Su nombre original es Raúl Padilla, más conocido en el mundo de la comicidad a nivel internacional como 'Chato' Padilla. Él llegó a ser parte de la producción a cargo de Roberto Gómez Bolaños y, de inmediato, se ganó el cariño del público. 

Bolaños y Raúl Padilla formaron una amistad de antaño; compartían dentro y fuera de las grabaciones. Ambos era muy cercanos y Roberto le tenía mucho aprecio, por lo que luego de finalizar las grabaciones con 'El Chavo del 8', decidió llamarlo para formar parte de las filas de 'Chespirito', un nuevo proyecto que emprendió y que además tuvo mucho éxito. 

“Se sabía la letra como nadie. Nunca repetíamos escenas por algún olvido de él. Tenía mucha facilidad para recordar fechas y datos importantes. Era muy respetuoso y disciplinado”, comentó precisamente Roberto Gómez Bolaños sobre Padilla. 

La muerte de Jaimito y el dolor de Roberto Gómez Bolaños

Raúl Padilla, o 'Jaimito, el cartero', en la ficción, tenía diabetes por lo que lamentablemente el 3 de febrero de 1994 falleció. Sin embargo, su muerte no solo dejó impactada a su familia, sino que también al propio Roberto Gómez Bolaños, por una escena de la vida real que nunca quiso atravesar.

Roberto fue quien descubrió la muerte de Padilla, con quien se encontraba en plena grabación. El terrible momento fue contado por él mismo a través de una autobiografía que realizó. Sus palabras son muy dolorosas. 

“Después de grabar lo estuve esperando en la escalera para demostrarle que yo también podía brincar desde el quinto escalón de la escalera. Pero no bajaba. Entonces subí para ver si le pasaba algo y lo que pasaba es que ya estaba muerto", comentó el comediante.

Además, agregó: "Tenía los ojitos cerrados, como si nomás estuviera durmiendo. Hasta parecía que estaba soñando algo bonito, tenía cara de estar contento. Pero no puede ser, porque ni modo que le diera gusto morirse. O quién sabe, porque Jaimito siempre decía que quería evitar la fatigao sea, que ya evitó la fatiga para siempre”, culminó.