Costanera: mira la lujosa mansión que hoy está en ruinas y sirve de escondite para indigentes

Usuarios en redes sociales han causado una ola de nostalgia y recuerdos a los vecinos más emblemáticos del Callao. Un par de fotografías subidas en las páginas de Facebook "El Callao que se nos fue" y "Antiguas fotos del Perú" han hecho una comparativa del pasado y presente de una concurrida zona del distrito 'chalaco'.

80 años fueron suficientes para acabar con la belleza y mística que rodeaba gran parte de la avenida Costanera en La Perla, de la provincia constitucional del Callao. A mediados del siglo XX, camino al colegio Leoncio Prado y en dirección a La Punta, se podía distinguir una obra arquitectónica exquisita. Una mansión con vista al mar.

Mientras que en la primera imagen se observa la distinguida edificación de los años 1940, la segunda fotografía retrata exactamente la misma ubicación, aunque con una abismal diferencia. Días después de la publicación de la primera instantánea, un usuario se aventuró a pasar por la zona indicada y darse con la sorpresa de una verdadera catástrofe.

Casi como si se tratara de terreno bombardeado por invasores enemigos, de aquella bella reliquia solo restan los recuerdos y memorias de sus antiguos habitantes y vecinos. Se trata de una zona en ruinas, donde se puede apreciar que apenas quedan en pie algunas escaleras de la entrada principal de la antigua vivienda con diseño colonial.

Algunos internautas detallaron que, inclusive, en esa ubicación se puede encontrar una fuerte presencia de personas sin hogar y en estado de precariedad. Otros recuerdan que zonas aledañas se encuentran en el mismo abandono, aun en territorios donde antes se ubicaba la casa de verano de nuestros más importantes mandatarios.

¿Cómo pudo perderse toda esta belleza? Desde estas mismas páginas, usuarios aseguran que estas exclusivas mansiones y arquitectura se echaron a perder cuando, en una desmedida iniciativa del exministro de Fomento y Obras Públicas, José Bozal Aizcorbe, este decidió convertir toda esta urbanización en un balneario restringido a través de espigones, una obra fallida que no se pudo culminar por falta de criterios técnicos.

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