Paolo Guerrero recibió de esta forma la navidad

Paolo Guerrero no está pasando un momento bueno en el aspecto emocional a consecuencia de su alejamiento forzado de los campos de fútbol. Y, para sobrellevar su presente, recuesta su humanidad en las personas que ama.

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El fútbol es su pasión, su fuente de trabajo, pero ahora no puede competir y es prohibido de entrenar con el Flamengo. Todo ello lo tiene triste y, como el amor de los suyos no es suficiente medicina, recurriría a un sicólogo para aliviar su dolor. 

Estaba desaparecido en las redes sociales desde que se le sancionó temporalmente un año por resultar positivo en una prueba de dopaje, pero asomó en Navidad  junto a su novia Thaísa Leal. Se le vio sonriente.

Una vez rebajada su pena de un año a seis meses por el Comité de Apelaciones de la FIFA, la alegría se apoderó del país porque PG9 podrá jugar el Mundial. Sin embargo, una competencia de ese nivel lo requiere física y mentalmente fuerte. 

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Por eso, en la FPF acudirán a su auxilio para darle la ayuda necesaria. Se habla de un apoyo sicológico para que el ídolo de la selección llegue fuerte a la justa mundialista. ¡Lo justo!