El hombre más alto de todos los tiempos: conoce la historia de Robert Wadlow

Hay una gran cantidad de personajes a lo largo de la historia que pueden haber sido los más altos de todos los tiempos. Se dice que el Gigante de Castelnau, uno de los mayores encuentros arqueológicos del siglo antepasado, habría medido alrededor de 3 metros y medio. En Japón se afirmaba que el Emperador Keiko se mantenía a 3 metros y 20 centímetros, algo que tampoco ha podido ser confirmado.

Sin embargo, el único caso completamente verificado y para el que existe evidencia irrefutable es el de un sencillo joven que vivió por 22 años en un pequeño pueblo de Illinois, en Estados Unidos. Se trata de Robert Wadlow, que durante su corta vida llegó a medir 2 metros y 72 centímetros, un récord que hasta el día de hoy no ha sido superado.

Cuando a los ocho años ya era más alto que su padre, las alarmas sonaron en el hogar de Wadlow. Todo parecía indicar que algo no andaba bien con el pequeño, que a estas alturas necesitó que le coloquen un escritorio especial en la escuela. Años más tarde, cuando se graduó y se matriculó en una universidad, ya medía 2.54 m.

Su gran tamaño y su continuo crecimiento en la edad adulta se debieron a la hipertrofia de su glándula pituitaria, lo que resultó en un nivel demasiado alto de hormonas de crecimiento humano. Posteriormente se confirmó que el joven hubiera seguido creciendo si no fallecía a los 22 años.

A pesar de su gran altura, Wadlow nunca se consideró a sí mismo anormal o diferente al resto. De hecho, comenzó a realizar giras con circos en diferentes ciudades de Estados Unidos, pero siempre se presentó al resto en ropa casual, ya que se rehusaba a ponerse un uniforme como si fuera parte de una atracción.

Además, se convirtió en uno de los mayores voceros de la International Shoe Company, una empresa que vendía zapatos para adultos en los años 30, lo cual despertó su interés en la publicidad.

Lamentablemente, después de tener un pequeño accidente que se complicó debido a su frágil sistema inmunológico, terminó falleciendo mientras dormía en 1940. Su ataúd tuvo que ser cargado por un total de veinte personas, pues pesaba más de 450 kg.

Desde su fallecimiento, canciones y poemas se han compuesto sobre él, y siempre ha sido considerado el más alto de toda la historia. Aunque está por verse si es que ese récord termina siendo superado en los próximos años, nadie le puede quitar el reconocimiento que tuvo por casi todo un siglo.