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    Jorge Vidal y la anécdota con la familia de Christofer Gonzáles en el clásico que Universitario ganó en el 2013

    Jorge Vidal, exgerente de Universitario, habla en su más reciente columna sobre la "Economía de caricias",recodando cómo se aplicó en el cuadro 'crema' en el 2013previo al clásico con Alianza y cómo motivó así a los jugadores.

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    Jorge VidalMaster en negocios y administración de fútbol

    En la columna de hoy les contaré cómo un marco teórico se aplica en el día a día en un equipo de fútbol (poniendo el ejemplo de Universitario de Deportes en el 2013). Tuve la oportunidad de trabajar en distintas industrias, en la banca, en retail, en consumo masivo y en agricultura. Empecé muy joven trabajando en Embotelladora Latinoamericana (Coca-Cola) y en dicha fábrica observé como el ingeniero de producción ingresaba al cuarto de control, apretaba un botón y empezaba la producción de las distintas bebidas. Estas máquinas estaban programadas y reguladas para que todas y cada una de las botellas fueran exactamente iguales y de la misma calidad. Cada línea embotellaba, un número determinado de botellas y al final de cada día se cumplía con la producción presupuestada. Las máquinas tenían un mantenimiento preventivo y todos los días estaban listas para empezar.

    En el 2012 me tocó llegar a la industria del fútbol - y ya no observaba un ingeniero de producción con su bata y su casco, el ingeniero de producción; era un Director técnico - un entrenador. Y ya no era una fábrica, era una cancha de fútbol, ya no era un cuarto de controles, era un camerino, ya no había líneas productivas (máquinas), había seres humanos (jugadores de fútbol), y ya no había un botón que activará la producción para que de manera automática empiecen a producir. En la fábrica las máquinas estaban todos los días listas para empezar a producir, sin embargo, en un equipo de fútbol “el jugador puede estar en un día bueno o en un día malo”. ¡No es una máquina, es un ser humano! Esta es para mí la mayor diferencia entre “el fútbol” y las industrias convencionales, si bien es cierto en todas existe una parte humana determinante para el éxito, en el fútbol la parte humana tiene un peso en mi opinión mucho mayor y es aún más determinante. A las máquinas les da mantenimiento, ¿y qué les da a los jugadores para optimizar su rendimiento y sacar lo mejor de ellos?

    TEORÍA

    Claude Steiner, doctor en psicología, discípulo de Berne quien fue a su vez discípulo de Freud, formuló la teoría “la economía de las caricias”, la cual considero que aplicada a la conducción de equipos de fútbol o equipos deportivos es determinante para alcanzar el éxito.Los seres humanos, postula Steiner; “para desarrollarnos no solo necesitamos agua, aire y alimento necesitamos caricias”. ¡Caricias! no solo entendiéndolas como el roce del tacto con la piel. Para Steiner una caricia es: ¡un gesto!, ¡una sonrisa!, ¡una mirada con cariño! ¡un reconocimiento!, ¡un agradecimiento! ¡Un detalle!

    Me ha tocado ser partícipe como directivo de equipos en Perú, en Chile , en  Uruguay -tanto en equipos profesionales, como equipos de divisiones inferiores y una linda experiencia en una selección nacional de  fútbol inclusivo (participan niños con discapacidad intelectual y sin discapacidad, juntos)- y en cada una de esas vivencias me convencí del gran poder  de los detalles, de la muestras de cariño sincero, del reconocimiento y del agradecimiento al esfuerzo de los jugadores para lograr el éxito deportivo y el cumplimiento de objetivos.

    APLICANDO LA TEORÍA

    Los jugadores de fútbol son jóvenes que en su mayoría provienen de familias vulnerables, apoyarlos en su desarrollo y crecimiento como personas y como profesionales es la labor fundamental de quienes dirigen los equipos (comando técnico y Directivos). En el año 2013 era gerente de Universitario y nos tocó jugar el clásico del fútbol peruano del torneo Clausura, el cual había generado muchísima expectativa por la posición en la tabla de ambos equipos, jugábamos de local en el Monumental. En la concentración, día previo al partido, le preguntamos a Christofer Gonzáles si necesitaba algo. ¿Todo estaba bien?, ¿cómo se sentía? Y él nos mencionó que le gustaría que su abuelita asistiera al partido, pero que era difícil porque era un partido de alto riesgo y sería muy difícil que ella pudiera llegar.Junto al equipo del área deportiva le dijimos que no se preocupe que nosotros nos encargaremos de recoger a su abuelita y sus acompañantes, así que le encargamos a Sergio Jaramillo, el popular “Menú”, coordinar y enviar un vehículo a recogerla. Recuerdo mucho que ya estando en el estadio, con todo el trabajo operativo encima, recibo una llamada de “Menú” a la radio: ¡Jorge ya está la móvil en la casa de la abuelita! pero no es ella y dos acompañantes, son como 15 ¡jajajajaj! Solo le respondimos: ¡soluciónalo y tráelos a todos! Y así fue, llegó una combi transportando a la familia Gonzáles al estadio Monumental.Mientras eso ocurría en La Victoria, en el Rímac Marco Antonio Raez, conocido como “Lupillo”, otro miembro del equipo, se encargaba de recoger a la madre de Alexi Gómez. Al momento de salir al campo, ambos levantaron sus miradas para saludar a sus familiares, por dentro estoy seguro les corría fuego. En aquel partido ganamos 1-0 con gol de Christofer Gonzales en el minuto 69 del partido y una muy buena actuación de Alexis Gómez. En el video de aquel partido, podrán observar claramente en la celebración como Christofer levanta la mirada hacia la tribuna occidente y la mano saludando a su ¡abuelita!

    No creo en las coincidencias, creo en los detalles, creo en las caricias. Cada viaje, cada concentración es una oportunidad para acariciar a tus jugadores, para agradecerles por todo lo que ellos dan dentro y fuera del campo. Luego de los partidos el comando técnico daba algunas libertades para la cena y muchas veces les llevamos pizzas, pero a Raúl Ruidiaz les gustaban las hamburguesas y no las de Mc Donalds ni de Burger King, le gustaban ¡las hamburguesas de carretilla y con todas las salsas! Un par de veces dimos varias vueltas para conseguir sus hamburguesas, pero siempre las tuvo.En el equipo del área deportiva de aquel año, en coordinación con el comando técnico, siempre estábamos pendientes de cada uno de los integrantes del equipo, que estén bien en sus casas, que estén contentos pues si ellos estaban bien, podrían rendir bien.Este tipo de acciones, de detalles, son las caricias que potencian el desarrollo de los seres humanos a la que se refiere Steiner. Acaricien a los miembros de su equipo sea de fútbol o de otro deporte o del giro en donde se encuentren. ¡Las caricias tocan la fibra más profunda de las personas, y es en esa profundidad donde saldrá lo mejor de cada uno!

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