El fútbol también celebra: Mario Vargas Llosa gana el Premio Nobel de Literatura

Nuestro afamado escritor fue premiado con el Nobel de Literatura 2010 y el mundo de la ‘pelotita’ también lo celebra. Y es que Mario Vargas Llosa es un amante del fútbol, hincha de la "U", al que le encantaba ver jugar a Pelé y que se emocionó cuando Cienciano logró la hazaña de la Copa Sudamericana y la Recopa.

Todo el Perú y Latinoamérica celebra la designación de nuestro gran escritor, Mario Vargas Llosa, como ganador del Nobel de Literatura. El fútbol también celebra porque Varguitas es amante del deporte rey.

Recordemos que el creador de “La ciudad y los perros” asistió el año pasado al “play off” entre Universitario de Deportes y Alianza Lima en el estadio Monumental, donde los merengues se coronaron campeones y  Vargas Llosa, como gran hincha crema, celebró a rabiar.

Vargas Llosa también festejó con todo el éxito de Cienciano a nivel internacional, cuando los cusqueños lograron la hazaña de la Copa Sudamericana y la Recopa en el 2003 y 2004. El escritor peruano incluso escribió un texto llamado el “Corazón goleador”, donde halaga a ese equipo glorioso del Cusco.

“Esas tardes en que no los pies sino el corazón mete los goles y que se recuerdan después como una de esas experiencias que nos reconcilian a nosotros, los hinchas pobres diablos, con la vida”, dice una parte de “Corazón goleador”.

Admiraba a Pelé

Cuando Mario Vargas Llosa se casó se fue de luna de miel a Rio de Janeiro y era tanta su pasión por el fútbol que se fue al estadio a ver un Brasil y Alemania. El afamado escritor aquella vez se deleitó viendo jugar al gran Pelé y no dudo en llenarlo de elogios.

“Fuimos unos días a Río de Janeiro y conseguimos entradas para poder ver a la Selección Brasileña contra Alemania. Jugó Edson Arantes ‘Pelé’, fue inolvidable. El futbolista más extraordinario que he visto. Un mito y una realidad”, le dijo al diario ABC de España en Julio del 2008.

Vargas Llosa también elaboró un ensayo llamado ‘Los 11 titulares”, donde explica de manera espectacular que el fútbol es el reflejo de la sociedad. “El culto al as del balompié dura lo que su talento futbolístico, se desvanece con este. Es efímero, pues las estrellas de futbol se queman pronto en el fuego verde de los estadios y los cultores de esta religión son implacables: en las tribunas nada está más cerca de la ovación que los silbidos”, dijo Mario Vargas Llosa en aquel ensayo.