¡Y me llamo Perú!

Aquella selección que luchaba su clasificación a Corea-Japón  2002 llegaba precedida, para este partido, de tres derrotas consecutivas, las mismas que la habían colocado al borde de la eliminación.

Había caído en casa con Argentina (1-2), luego perdió en La Paz con Bolivia (0-1) y en Asunción, Paraguay, los guaraníes nos habían goleado (1-5). Julio César Uribe ya había tomado el equipo en lugar de “Pacho” Maturana, pero los resultados seguían sin mejorar.

Sin embargo, bien dicen que los partidos contra Chile son distintos, valen mucho más que tres puntos, y que, en casa, jamás se puede perder. Perú se puso ese “chip” en la cabeza y así salió a jugar este duelo ante los sureños el 27 de marzo del 2001 en el Estadio Nacional.

Luego de un primer tiempo parejo, los nuestros salieron decididos a quedarse con el triunfo. Y fue así que Flavio Maestri, con golpe de cabeza, abrió el marcador. Chile reaccionó y emparejó a través de Navia.

El equipo de Uribe no sintió el impacto del transitorio empate mapocho, y buscó nuevamente el arco de Nelson Tapia. Y lo encontró por mediación del “Cóndor” Mendoza. El Nacional era una fiesta, el grito de ¡Perú, Perú, Perú! resultaba ensordecedor.

Y más aún cuando Claudio Pizarro selló el triunfo a falta de  8 minutos para el final del compromiso. Perú había jugado uno de sus mejores partidos en aquella eliminatoria. Y si bien al final no se logró el objetivo de clasificar a la Copa del Mundo, quedó para el recuerdo esta brillante victoria sobre Chile, nuestro clásico rival.