0

Alianza Lima: Tomás Farfán, uno de los referentes que falleció en el accidente del Fokker

Tomás Farfán fue uno de los jugadores íntimos más experimentados que perdió la vida en el Fokker. Su ausencia originó la rápida madurez de Juan Reynoso para asentarse en la zaga blanquiazul.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Los mártires de Alianza Lima que perdieron la vida en el Fokker eran en su mayoría jóvenes, de ahí al por qué de la denominación de “Potrillos”. Sin embargo, en la plantilla también habían jugadores de experiencia.

El referente principal era el larguirucho José Gonzales Ganoza, pero otro de ellos era Tomás Farfán, quien a sus 26 años ya se había ganado un lugar como titular en la zaga. 

Farfán era conocido con el apelativo de “Pechito”. Su infancia fue dura, pues se dice que nunca conoció a su padre. Y en busca de un mejor presente familiar fue en Tarma donde empezó a dar sus primeros pasos en el fútbol.

Con ocasión de una visita de Alianza a esa ciudad, Farfán fue observado por Víctor “Pitín” Zegarra, quien le dio el visto bueno para que fiche por el popular club victoriano.

Y así llegó con la responsabilidad de reemplazar al veterano Salvador Salguero en la zaga blanquiazul.

Farfán empezó su carrera en Alianza a fines del ‘79, con el paraguayo César Cubilla de técnico. El apelativo de “Pechito” nunca se supo si fue por su tórax voluminoso o porque era  un gallito de pelea cada vez que se ponía la blanquiazul, mucho más si tenía la crema enfrente.

Desde 1982 fue considerado para integrar varias selecciones, incluso la última de ellas fue precisamente en el año de la tragedia, con ocasión del preolímpico de Bolivia, cuyo equipo estuvo bajo las órdenes de Fernando “Gato Cuéllar”.

Dentro de las anécdotas del exzaguero hay una que resalta. En un clásico del ‘84, Universitario y Alianza igualaron 1-1.

Farfán anotó en su propio arco, pero no se quedó en el error, puso el pecho y emparejó el partido. Y fue uno de los recuerdos imborrables que nos dejó.

PEQUEÑO JUAN 

Una imagen que quedó grabada en la retina de todos los que estuvieron en la misa que se ofició en honor a los caídos en el Fokker después de la tragedia, fue la presencia del menor hijo de Tomás Farfán, Juan Pablo, quien apenas tenía dos años de edad.

Con el correr del tiempo, el pequeño Juan Pablo creció y se hizo futbolista. Se formó en los menores del Municipal y luego también pasó por Alianza.  No llegó a emular a su padre y lo último que se supo de él fue que participó en unos Juegos Universitarios Mundiales.

EL DATO

El 11 de noviembre de 1984 se jugó el clásico en que anotó en ambos arcos.

Libero Impreso

EDICIÓN DIGITAL

EDICIÓN DIGITAL

OFERTAS DE HOY