Pokémon: las mejores batallas del Charizard de Ash Ketchum

Ash Ketchum capturó a un pequeño Charmander que fue abandonado en un bosque por su antiguo entrenador en la región de Kanto. Él lo llevó a un centro médico para que lo curen de sus heridas, desde ese momento, se convirtió en uno de los mejores pokemones de Satoshi.

Luego se convirtió en un Charmander, pero se volvió muy orgulloso y ya no hacía caso a las indicaciones de Satoshi. Cuando evolucionó en Charizard, tampoco seguía las indicaciones del protagonista e incluso le costó perder una liga.

No obstante, el pokémon de fuego se dio cuenta que su entrenador tenía un noble corazón y lo quería mucho. Por eso, comenzó a obedecerlo y se volvió en una arma esencial en el equipo de Ash.

Con la consigna de conseguir su primera medalla para la Liga de Jhoto, Ash visitó el gimnasio de Ciudad Malva para enfrentar a Pegaso. El último combate lo protagonizaron Charizard vs. Pidgeot.

El pokémon de Satoshi recibió mucho daño en su ala tanto así que ya no podía volar. Sin embargo, apelando a su orgullo y esfuerzo, logró aplicar un espectacular movimiento sísmico a su oponente para salir victorioso.

Ash se fue al gimnasio de Ciudad Espinanegra para luchar por su última medalla ante Clair. Charizad volvió de su entrenamiento en el valle Charirrífico para ayudar a su entrenador. Tras un electrizante combate y un fulminante lanzallamas, el pokémon tipo fuego ganó.

Ash y Gary se enfrentaron por los octavos de final de la Liga de Jhoto en uno de los duelos favoritos por el público. En la última batalla, Charizard y Blastoise chocaron sus fuerzas. El pokémon de Shigeru tenía la ventaja, sin embargo, gracias a una estrategia del entrenador de pueblo paleta, el de fuego logró vencer a su rival.

Ash enfrentó a Nodal en el inicio de su camino en la Batalla de la Frontera. Satoshi llamó a Charizard para que sea su pokémon emblema y lucha ante el poderoso Articuno.

La batalla fue muy complicado, pues el legendario heló el ala del pokémon de fuego. No obstante, usó su técnica sofoco para liberarse y tras aprovechar un error de Articuno, le aplicó un letal movimiento sísmico.