Este distrito de Florida señala que se finiquita el acuerdo de colaboración entre la policía local y el Servicio de Inmigración y Control de aduanas (ICE).
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, se ha mantenido firme en la aplicación de sus políticas migratorias. Organismos como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han endurecido sus estrategias y tácticas para continuar con la captura y deportación de personas indocumentadas, operando en distintos estados del país en coordinación con policías locales y con el respaldo de varias gobernaciones. Sin embargo, en Florida, una pequeña ciudad ha decidido tomar medidas frente a estas directrices federales, anulando la colaboración entre el organismo migratorio y los oficiales locales.
Florida, liderada por Ron DeSantis, es la jurisdicción que más decretos migratorios ha firmado que permiten colaborar con ICE. Esto permitía que muchas autoridades cooperen con este ente estatal para la captura y expulsión de los inmigrantes en la zona. Sin embargo, Key West, una ciudad local, votó el pasado lunes 30 de mayo a anular este convenio que obligaba este trabajo en conjunto: el acuerdo 287 (g).
Seis de los siete miembros de la comisión aprobaron la propuesta. Por ello, se pedirá al administrador del municipio que solicite al jefe de policía la rescisión del pacto firmado en marzo de 2025, y que se abstenga de formalizar o establecer nuevas alianzas con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Antes del inicio de la votación, la Comisión de la ciudad de Key West permitió que varios exponentes compartieran sus opiniones, muchos de ellos vistiendo prendas con la frase: "Los inmigrantes mantienen viva esta isla". Numerosas personas acudieron al lugar para seguir de cerca el desarrollo de la sesión y, al conocerse el resultado final, los asistentes aplaudieron y expresaron su alegría.
No todas son buenas noticias para esta localidad. A pesar de la anulación de esta colaboración, los estatutos de Florida podrían ejercer presión para que se restablezca la relación con ICE. Si bien es cierto que la medida marca el fin del trabajo conjunto entre los oficiales locales y los agentes migratorios, y prohíbe establecer nuevas alianzas, el estatuto 908 de la gobernación permite que un tribunal ordene a los gobiernos locales retomar la cooperación con la agencia gubernamental, ya que Key West no está reconocida como ciudad santuario.
Además, Ron DeSantis ha exigido que todas las jurisdicciones y autoridades se adhieran al acuerdo 287(g). En caso de no recibir una respuesta favorable, advirtió que podrían ejercer presión financiera u otras medidas si fuera necesario. James Uthmeier señaló que incluso podrían tomar acciones legales contra los funcionarios que respaldaron la ruptura del tratado. Un medio de comunicación local advirtió que existe la posibilidad de iniciar un proceso para destituir a los responsables.